jueves, abril 01, 2010

Grados de libertad

En ingeniería se conoce como grados de libertad de una estructura a la cantidad de tipos de movimientos que dicha estructura puede hacer. Esto depende de cómo la misma esté relacionada a otros cuerpos. Hay estructuras que pueden desplazarse en una dirección pero no en otras, o pueden rotar alrededor de un eje pero no alrededor de otro perpendicular al mismo. Es así que cuando una estructura tiene algún grado de libertad se la conoce como mecanismo; cuando no tiene ningún grado de libertad es una estructura isostática; y cuando tiene grados de libertad negativos (más restricciones que las mínimas necesarias para impedir su movimiento), se la conoce como hiperestáticas.

Como tantos otros conceptos originados en la ciencia y en la técnica, el concepto de grado de libertad ha permeado en el lenguaje común, con un sentido aproximadamente similar. A mi me interesa usarlo para dar una mirada muy de largo plazo sobre la evolución de los gobiernos argentinos en los últimos 25 años, en particular de sus políticas económicas.

Hace 25 años o más, los gobiernos podían hacer casi cualquier cosa en la gestión de la economía. Podían imprimir billetes para financiarse, podían controlar precios, podían usar gastar sin control, podían devaluar, podían cambiar la moneda, podían defaultear. Quiero decir que podían hacerlo y no existían condenas sociales ni mecanismos institucionales que los condenaran o impidieran.

Algunas de las políticas que se implementaron en los 90s tendieron a limitar estos grados de libertad o a hacer más difícil su aplicación. Y muchas de las políticas actuales tienden a aumentar el número de grados de libertad.

Pero algo cambió: hoy el gobierno encuentra resistencias cuando quiere ser discrecional, cuando explota esos grados de libertad, que no existían hace 25 años. Resistencias de la prensa, de los mercados, de la justicia, del congreso, de la opinión pública y hasta de países vecinos. Ese cambio del entorno, esa mayor rigidez (que creo que es irreversible) es lo que no puede leer o no quiere aceptar este gobierno. Y cada vez que carga contra ello, pierde una batalla o la gana a lo Pirro, como lo demuestra el tema de las reservas. Este simple hecho es el que asegura que, salvo que el gobierno cambie su forma de hacer política es casi imposible que sea re-electo.


5 comentarios:

Manitoban dijo...

Una pregunta, Postino. ¿A usted no le preocupa más el desastrozo estado de la oposición que el comportamiento de los Kirchner?
Para mí los Kirchner fueron, por lo tanto hay que mirar a sus potenciales sucesores y la verdad, me dan más miedo que el Néstor lo cual jamás pensé que podría pasar. Tremendo.

il postino dijo...

Si, me preocupa muchísimo. Pero aún no encontré un opositor peor que los K, sinceramente...

En realidad lo que mas me preocupa es que no puedan articular una propuesta de derecha y una de izquierda, pero se que es cuestión de tiempo nomás. Como todos sabemos, para mejorar la situación actual no hay que hacer cambios radicales, sino sonreir en la fotos, dialogar un poco mas y ser menos inmaduro en la relación con el mundo. El pais crecera de cualquier manera, lo que hay que asegurar es la sustentabilidad de ese crecimiento.

Anónimo dijo...

Postino, con solo releer diarios de los 90s y de los 00, alcanzaria a enumerar una larga muy larga lista de inimputabilidades parecidas a las de ahora
Y, disiento, en los 90s existina los mismos grados de libertad, o equivalentes, ahora, emiten, antes tomaban prestado, si quiere sigo ad nauseam. recuerde que habia provincias que tomaban prestado al 18% con garantia de coparticipacion, por ejemplo

ayj

Airdish number dijo...

Además de ingeniería, el concepto también se utiliza en Estadística.
Y yo que usted empezaría a pensar si estas dos personitas realmente desean una reelección.

il postino dijo...

airdish, y también en física

y la verdad, ni ellos saben lo que quieren....pero si saben muy bien los riesgos q corren